Los delitos de abandono de familia abarcan diferentes conductas: incumplimiento de deberes de asistencia, sustracción de menores, y abandono del domicilio familiar en determinadas circunstancias.

Analizamos cada caso para determinar si realmente concurren los elementos del tipo penal: deber legal de asistencia, incumplimiento voluntario, y puesta en peligro del bienestar familiar. No todas las situaciones de conflicto familiar constituyen delito de abandono.

En casos de sustracción de menores, evaluamos las circunstancias específicas: ejercicio de la patria potestad, existencia de resoluciones judiciales, y sobre todo, el interés superior del menor. Trabajamos para encontrar soluciones que restablezcan la normalidad familiar.

Coordinamos cuando es necesario con servicios sociales, mediadores familiares y otros profesionales para buscar soluciones integrales. El objetivo es resolver el conflicto familiar de fondo, no solo el procedimiento penal.

Porque estos delitos surgen de crisis familiares complejas que requieren soluciones que vayan más allá de lo puramente penal, protegiendo el bienestar de todos los miembros de la familia.